domingo, 2 de septiembre de 2012

Sobre cómo maldecir.



No explicaré el porqué es necesario maldecir a más de uno; sobre ese tema he hablado. Una vez hemos sido ofendidos debemos de seguir una serie de pasos para regresar la ofensa al desgraciado que la recibirá.
Para iniciar identifiquemos la mayor cualidad del infeliz, por ejemplo, si es un médico ginecólogo su mayor talento serán sus habilidosos dedos. Acto seguido transformemos esto en algo negativo y entonces estamos casi listos. Añadimos un ¡ALTAMENTE! al principio y voila:
-Usted es tan delicado con sus dedos que no puede desempeñarse correctamente en actividades masculinas del tipo:
  •          Golpear gorilas en la cara.
  •          Defenderse con ambas manos de los testigos de jehova.
  •          Arreglar carros, computadores, aspiradoras y cualquier aparato que pueda arreglarse a punta de golpes.

Y por último, el detalle final, la cereza encima del helado. Le robamos su identidad en internet y lo inscribimos en todas las superfluas publicaciones femeninas (Vogue, Vanidades, Coloretes, Chiguaguas con sacos rosados, Fashion dildos, etc)

Terminar todas las entradas del blog hablando mal de las efímeras mujeres es ¡ALTAMENTE! hijueputa.