Saludos queridos amigos altamente HP. Se estarán preguntando cómo es que su amado designorizador se llegó a equivocar tanto con la fecha de este artículo y obviamente la respuesta no yace en mi perfecta persona sino en la señorita súper sexy secretaria (SSSS), una incompetente mujer (perdón por la redundancia) que en mi ausencia por vacaciones olvidó actualizar mis asuntos probablemente por estar ocupada en el salón de belleza o en la cocina.
En fin, supongo que ahora querrán saber a dónde va alguien como yo a vacacionar ¿Al Valhala? ¿A los infiernos quizás?, pues no, el uno está lleno de maricas y el otro está lleno de maricas sin camisa. Así que en estas vacaciones me decidí por una excursión más bien cercana a la tierra y decidí ir a África, a ver a los animales comerse unos a otros; el león a la gacela; el cocodrilo al león; y el elefante al cocodrilo (así es, lo vi y lo tengo grabado en el celular). En esta ocasión opté además por un ayuno selectivo: no comer nada que no esté en peligro de extinción. Me harte de gorilas de las montañas, chimpancés y niños africanos obesos.
Conocí también algunas hermosas y amables misioneras que me siguieron hasta las montañas y me construyeron un altar. A mi salida se quedaron orando, sacrificando animales y haciendo otras cosas impías frente a mi estatua para luego difundir mi nueva religión: el Altamentismo. En general es muy parecido a cualquier otra religión solo que los queridos feligreses se llaman ¡ALTAMENTE! Hijueputas y las oraciones no se hacen al cielo sino a mi correo a manera de mensaje de texto* en donde yo si las respondo. A no ser que la SSSS vuelva a hacer una de las suyas y nos veamos en esta penosa situación otra vez.
Sacar una mujer de la cocina para darle las tareas más sencillas como secretaria es ¡ALTAMENTE! Hijueputa.
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