sábado, 15 de octubre de 2011

¡ALTAMENTE! suicida.


¿No extrañan aquella época cuando los únicos que se suicidaban eran los soplones en las cárceles clavándose un cuchillo en la espalda? Hoy en día parece haberse convertido en moda y por los problemas más triviales cada idiota salta de un edificio. No crean que le resto importancia a los problemas de los demás llamándolos triviales, pues una de las principales razones de suicidio es “porque mi novia/o me dejó” así que piénsenlo otra vez. 

Ahora que lo menciono hay un caso famoso referente a esto, antiguo sí, pero no carente de vigencia, ¿recuerdan como esa fácil de Helena se fue con Paris para Troya abandonando a Menelao? Seguro que sí, es la historia de muchos. Pero ¿qué hizo Menelao? llorar y suicidarse. ¡NO! Armó con su hermano un ejército y un plan ingenioso para matar, descuartizar y violar (en ese orden) a cuanta mujer, niño y hombre se encontraran de camino.

Yo soy un hombre del tipo homicidio/genocidio, es verdad, porque hay muchas buenas razones para matar a alguien, que tal aquel egocéntrico que pone “me gusta” a sus propios comentarios en facebook, o aquel cerdo desconsiderado que olvidó apagar su celular en el cine, o aquel idiota que llegó antes que yo a la fila y se llevó la última bola de helado sabor a chicle. Si lo  analizan bien la mayoría de gente merece estar seis metros bajo tierra. Pregúntese ahora ¿lo merecen ustedes? En realidad existen muy pocas razones válidas para matarse a uno mismo, de hecho solo puedo pensar en dos: porque me retaron (uno siempre, SIEMPRE acepta un reto) o porque los rusos se están tomando Berlín. 

No suelo estar de acuerdo con muchas de las doctrinas impartidas por la iglesia pero coincido  en que todo aquel que comete suicidio merece ir al infierno a que le llenen el ano con piñas1 y es un ¡ALTAMENTE! hijueputa.

1Así es, hice una referencia a Little Nicky porque, en serio, ¿pueden imaginarse un infierno en el que no está Adam Sandler?

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