No explicaré el porqué es necesario maldecir
a más de uno; sobre ese tema he
hablado. Una vez hemos sido ofendidos debemos de seguir una serie de pasos
para regresar la ofensa al desgraciado que la recibirá.
Para iniciar identifiquemos la mayor cualidad
del infeliz, por ejemplo, si es un médico ginecólogo su mayor talento serán sus
habilidosos dedos. Acto seguido transformemos esto en algo negativo y entonces
estamos casi listos. Añadimos un ¡ALTAMENTE! al principio y voila:
-Usted es tan delicado con sus dedos que no
puede desempeñarse correctamente en actividades masculinas del tipo:
- Golpear gorilas en la cara.
- Defenderse con ambas manos de los testigos de jehova.
- Arreglar carros, computadores, aspiradoras y cualquier aparato que pueda arreglarse a punta de golpes.
Y por
último, el detalle final, la cereza encima del helado. Le robamos su identidad
en internet y lo inscribimos en todas las superfluas publicaciones femeninas
(Vogue, Vanidades, Coloretes, Chiguaguas con sacos rosados, Fashion dildos,
etc)
Terminar
todas las entradas del blog hablando mal de las efímeras mujeres es ¡ALTAMENTE!
hijueputa.
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