Hippie chic.

Recientemente ha aparecido entre los expertos en ocultar la fealdad en modas y diseño un nuevo término usado para referirse al estilo basado en los 60’s: hippie chic. Ahora Phil de mercadotecnia ha generado una forma de vestirse basado en una de las peores escorias de la humanidad. Buscan publicitar sus diseños en la nostalgia que generan personajes de la época de Woodstock, los mismos que se actuaban, se vestían y pensaban diferente al común de la sociedad. Esos que vivían en camionetas, afirmaban bañarse con productos naturales y terminaban oliendo a porquerías.

No lo entiendo ¿cómo puede alguien pagar para semejarse a esos vagos, marihuaneros, malolientes, sin oficio ni beneficio? El hippie chic –dicen- replica el estilo de íconos como Janis Joplin.

Janis Joplin era una hippie mugrienta llena de piojos y pulgas. Reconozco que era buena cantante, pero eso no disminuye en modo alguno lo repugnante de su imagen.

Que todos sus ideales de paz y amor, de trascendencia y espiritualidad queden reducidos a una moda pasajera, efímera y superficial es ¡ALTAMANTE¡ hijueputa.

¿Quién fuera vaca?

¿Quién no ha soñado alguna vez con ser vaca? Todos los niños quieren ser bomberos, policías, astronautas o vacas. Y es que es una de las mejores formas de vida en el planeta. No me malentiendan, las vacas son estúpidas y merecen ser comidas. Aquí estoy afirmando que ser vaca o animal de granja es el paraíso en la tierra.

La vida de una vaca comienza por la selección artificial hecha por el hombre, lo que implica los mejores genes; durante el parto tiene la mejor de las asistencias de veterinarios y expertos granjeros que la cuidan y vacunan; le dan techo gratis; la alimentan con los mejores pastizales; le da hormonas para que crezca grande y fuerte; la protegen de los peligros que asechan en los campos; le traen los mejores sementales; la controlan durante su embarazo; la asisten en su parto y finalmente aseguran el cuidado de sus crías; recibe la visita de los mugrientos vegetarianos en su defenza. En otras palabras un hotel 5 estrellas. Lo único que le piden en contraprestación son unos años de vejez a cambio de ser comida por los seres humanos.

No ser una vaca es ¡ALTAMENTE¡ hijueputa.