miércoles, 1 de febrero de 2012

Guerra cibernética.

La pronosticada guerra cibernética, por Nostradamus a través de un mensaje confuso y ambiguo, ha empezado. El pasado 19 de Enero el efeveí inhabilitó los servidores de la página de pirateria de intercambio de archivos Megaupload. No se confundan, esto es un hecho meramente tangencial a la genuina guerra de proporciones aun mayores y repercuciones catastróficas. La verdadera confrontación se da por parte de los usuarios, quienes compiten para ver quien sube el peor video posible de un concierto a Youtube o cualquier otra página; no de los burócratas de Washington o los avarientos productores de Los Ángeles.

Y es que no es suficiente con creerse camarografos profesionales, también usan tecnología de punta adecuada a sus habilidades (camara de celular chino con resolución de 4 pixeles) mientras lo hacen con pulso de maraquero adicto a las metanfetaminas con parkinson y taticardia. En resumidas cuentas lo que vemos en sus videos son 90 minutos del mismo ángulo y un mal cantante que no se sabe la letra de las canciones ya que la música no queda registrada solo el pendejo del celular tarareando ronco y disfónico.Y yo digo: ¡Quiiiiieetoo Espilbergo!



Ir a un concierto y no ver nada porque el bolonio de enfrente cubre el escenario con un Ipad es ¡ALTAMENTE! hijueputa.

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