domingo, 30 de junio de 2013

Sobre la necesidad de las malas influencias.



La sabiduría popular afirma que no hay nada más positivo en época de crisis que una familia amorosa y unos buenos amigos. Ellos son los encargados de escucharnos y darnos consejo con nuestros problemas. Nos acompañan con cadenas de oración, torta de plátano, visitas inoportunas que llegan sin avisar, etc.

Mi sabiduría superior afirma que no hay nada más positivo en época de crisis que una influencia negativa. Un contacto en el mundo criminal siempre estará dispuesto a ofrecernos un negocio chueco para evitar el desempleo. Con una mala influencia lograremos obtener la entrada en cualquier institución educativa o sociedad, gracias a una sencilla pero contundente amenaza de muerte. Quién sino un asesino profesional tiene un acceso ilimitado a órganos humanos frescos y saludables.

En conclusión, todo lo que una buena influencia nos puede ofrecer es legal y requiere de un gran esfuerzo, mientras que una mala influencia nos ofrece soluciones fáciles y muy entretenidas.

No tener malas influencias es ¡ALTAMENTE! hijueputa.

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